Menuka Dhakal, profesora del proyecto "After School Project" de Nepal Sonríe nos cuenta como está…
Un paso más hacia la escolarización temprana e independencia de la mujer en Nepal
Nepal Sonríe inaugura la escuela infantil de Bastipur, que permitirá la escolarización temprana de 15 niños de entre 2 y 6 años y facilitará el acceso al mercado laboral a sus madres
La semana pasada fue especial para nuestra organización. A la una del mediodía, en la hora local nepalí y después de un año ininterrumpido de obras y dos terremotos de por medio, Nepal Sonríe ha inaugurado la primera fase de la escuela infantil de Bastipur.
Los niños han participado desde el principio hasta el final en la puesta en marcha del nuevo espacio, como parte de la estrategia educativa del centro. Así, ayudaron con el traslado y colocación del material y la creación del mural, dirigidos por nuestra voluntaria en el terreno, Clara Ferrís. Para nosotros es importante que los niños sientan que la escuela es suya.
Una nutrida representación de la comunidad de Bastipur ha asistido a la inauguración de la escuela y también las familias beneficiarias del proyecto, que de momento son nueve. Bajo un sol de justicia, nuestra coordinadora en el terreno, Ana Belén Puebla, ha agradecido la implicación de la comunidad en el proyecto, acompañada de Ramhari Koirala, principal enlace entre Nepal Sonríe y la comunidad, y director de nuestra Bal Griha en Hetauda. Más tarde, lo celebramos todos juntos con unos tés y deliciosas galletitas.
Esta primera fase, ya terminada, forma parte de un edificio que ocupará 125 metros cuadrados, situado en un terreno cedido por la propia comunidad. Este espacio será el comedor y la cocina, pero de momento lo utilizaremos como aula. En un futuro, la segunda fase albergará, además, un aula, una oficina y una habitación para guardar el material escolar, y dos cuartos de baño con duchas.
Un poco de historia
El proyecto de construcción de la escuela infantil se gestó en el año 2014 y fue demandado por la propia comunidad de Bastipur. Persigue un doble objetivo: por una parte, escolarizar a hasta 15 niños y asegurarles una buena alimentación, estimulación temprana, educación y salud; y por otra, facilitar el acceso a la mujer nepalí al mercado laboral. Las familias con menos recursos tienen prioridad en la inscripción.
En Nepal la escolarización temprana no existe.
Los niños empiezan a ir al cole a los seis años. Esto implica que las mujeres tienen que cuidar de sus hijos hasta esa edad. Por tanto, bloquea su acceso al mercado laboral e incrementa su dependencia hacia el hombre. En casos de necesidad, mientras la madre también trabaja, los hermanos mayores cuidan de los pequeños, con el consecuente absentismo escolar. Con la puesta en marcha de las escuelas infantiles, las mujeres pueden acceder con más facilidad a un trabajo, mientras los niños permanecen en el aula. Esto fortalece su autonomía al mismo tiempo que los pequeños reciben una buena educación y estimulación temprana.
Mientras se ejecutaba la primera fase de las obras, los niños ya recibían sus clases en un edificio provisional construido por los propios habitantes de Bastipur. Por él han pasado 15 voluntarios de Nepal Sonríe, ayudando a las educadoras a elaborar talleres y actividades dirigidas a nuestros pequeños. Hoy, este edificio, que demuestra el compromiso de la comunidad con sus niños, quedará vacío.
Y ahora, ¡a por la segunda fase! Muchas gracias a tod@s por hacer que este proyecto sea ya una realidad. ¡Cada granito suma!
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