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Segundo Voluntariado

Segundo Voluntariado: Volver a Nepal

Experiencia de segundo voluntariado. Almudena nos cuenta su regreso a Nepal con Nepal Sonríe, pero esta vez a un proyecto diferente

«Hace ya dos años que tomé la decisión de viajar a Nepal para realizar un voluntariado y el destino quiso que el nombre de Nepal Sonríe se cruzara en mi búsqueda de ong para llevar a cabo mi propósito.

Aquella primera experiencia supuso para mí un gran reto que afrontar pero se ajustó mucho a mis expectativas. No era tanto el hacer como el estar, observar, meditar sobre lo que se podía mejorar y compartirlo. En definitiva, sentirme parte de algo en construcción.

Dos años después he podido volver a este maravilloso país, el país de la eterna sonrisa, para vivir los proyectos desde dentro.

Da igual que hayas venido una o mil veces, para mí siempre hay algo nuevo esperando a ser descubierto, algo sorprendente que te había pasado desapercibido la vez anterior.

Tal vez lo que nunca cambia es esa vulnerabilidad a la que te ves expuesto cuando viajas al corazón de una cultura tan diferente a la tuya. Salir al fin y al cabo de tu zona de confort.

Te sientes vulnerable sí, pero libre…sin corazas, ni disfraces. Te mojas, te ensucias, pasas calor pero eres tú, realmente tú con tus luces y tus sombras. Y aquí no te puedes esconder ni anestesiar como solemos hacer en nuestra sociedad. No te queda más remedio que ver quién eres realmente. Por eso para mí son tan importantes estas experiencias en la vida.

almu2Que colaboras en la mejora de la sociedad nepalí, seguro… pero que el mayor trabajo es para ti mismo no hay duda. Ya sólo por eso merece la pena venir, pero es que además recibes regalos tan maravillosos como ver a los niños aceptándote poco a poco en sus rutinas, cómo te dedican sus preciosas sonrisas, poder apreciar la fuerza de esas mujeres que discretamente se atreven a soñar con un futuro mejor para ellas y para sus  hijos e hijas…¿Cómo no va a merecer la pena venir y repetir experiencias?

Soy consciente de que no existe un criterio universal por el que se puedan calificar las cosas como buenas o malas, por lo tanto no voy a entrar en detalles sobre por qué me sentí enseguida conectada a Nepal Sonríe ni por qué sigo colaborando con ell@s desde España. Cada uno tiene que encontrar sus propios criterios de evaluación para sus vivencias.

Segundo Voluntariado

Yo he tenido dos experiencias de voluntariado muy diferentes entre sí pero ambas muy satisfactorias: la primera me descubrió Nepal y el trabajo de Nepal  Sonríe, la segunda me ofrece la posibilidad de ver el gran avance que ha habido en los proyectos en todo este tiempo.

No cabe duda de que el esfuerzo y la constancia están dando sus frutos. Las piezas del puzle van encajando y eso hace que como voluntaria sea mucho más fácil trabajar y disfrutar de esta aventura.

Así que a pocos días de finalizar mi voluntariado sólo me queda pensar qué más podré aportar desde España y decir DANEBAT Nepal Sonríe!!»

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